Mientras la guerra en Ucrania sigue desgarrando a la nación centímetro a centímetro, la flota aérea ucraniana, compuesta principalmente por helicópteros soviéticos de hace más de cuatro décadas, se ha convertido en una pieza clave para combatir la invasión rusa.
Los helicópteros de ataque, como el Mi-24 de dos tripulantes, han estado realizando misiones matutinas en el frente de guerra, despegando desde una pista de aterrizaje clandestina en el medio del bosque.
A pesar de ser vehículos con más de 40 años de antigüedad, estos helicópteros han demostrado ser efectivos en la destrucción de vehículos y personal enemigo con ataques desde un ángulo inalcanzable para las defensas antiaéreas rusas.
“Los helicópteros tienen una enorme importancia”, dijo el comandante de la 12da Brigada de Aviación del Ejército de Ucrania, quien habló bajo condición de anonimato por motivos de seguridad operativo. “Estamos disparando a una enorme distancia e impactando objetivos con claridad, como si tuvieran una gran cruz en el blanco y los misiles dijeron van a donde no pueden ir”.
A pesar de los logros de los pilotos, el comandante comentó que le gustaría poder utilizar modelos más modernos que les permitieran realizar misiones de mayor calidad y con menos riesgo. Países, como Estados Unidos y Gran Bretaña, han prometido enviar o ya han enviado helicópteros a Ucrania como parte de la ayuda militar.
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